Los carnavales en Venezuela
15/02/2018 Por: Talento Humano
La tradición del Carnaval, también conocida como las fiestas “Carnestolendas”, se remonta a ancestrales ritos y prácticas que según los especialistas pueden ser trazados a las antiguas civilizaciones de Grecia y del Medio Oriente, y que fueron a su vez asimiladas por el imperio romano, y diseminadas por los territorios bajo su dominio. Hoy por hoy, el carnaval constituye una de las festividades de mayor arraigo entre los pueblos marcados por la cultura del mundo occidental, presentando una amplia diversidad según la región y gentilicio que lo celebra, pero conservando ciertos rasgos esenciales.
En el mundo contemporáneo el carnaval se celebra en casi todos los países. Los festejos populares de carnaval se organizan con disfraces, bailes, mascaradas y escenificaciones callejeras con carrozas y música.
El carnaval en Venezuela constituye una de las festividades más importantes que se encuentra compuesta por una variedad de manifestaciones culturales que han ido evolucionando como parte de la historia.
La tradición del Carnaval llegó junto con la conquista, cuando se tenía la costumbre de jugar con agua, azulillo, huevos y otras sustancias y fue en el siglo XVIII que el Carnaval comenzó a celebrarse en Caracas de manera más refinada, con carrozas, comparsas, entre otras actividades.
El carnaval se basa en una festividad en la que se combinan diversas manifestaciones culturales como es el caso de la música con las artes relacionadas a los disfraces y los distintos atuendos coloridos, por lo general las fiestas relacionadas al carnaval son celebraciones que se llevan a cabo de manera colectiva y en las calles donde las personas que participan se encuentran con atuendos llamativos ya que estas fiestas típicas son reconocidas por los colores vivos.
Estas fiestas eran vistas como “una válvula de escape o una catarsis” de la sociedad, que antes de la llegada de la cuaresma podían desatarse para luego iniciar, según la religión católica, la purificación en los días de Semana Santa, época de la crucifixión y resurrección del hijo de Dios, Jesús.
Con la llegada del Obispo de Caracas Diez Madroñero, le dio un giro a los carnavales, y lo convirtió en tres días de júbilo, los cuales se rezaba rosarios y se hacían procesiones, como una forma de evitar los actos pecaminosos.
Años más tarde, gracias al intendente José Abalos, esta festividad volvió a tomar un significado más pintoresco, aunque un poco más refinado que en sus comienzos, ya que para este punto de la historia, el carnaval en Venezuela se trataba de unas fiestas tradicionales, que consistían en carrozas y comparsas donde los esclavos y todas las personas que conformaban la plebe tenían nuevamente la oportunidad de jugar y llevar a cabo bromas con sustancias de todo tipo.
Otro de los avances que tuvo el carnaval en Venezuela, es la influencia de Antonio Guzmán Blanco, que durante su gobierno el carnaval pasó a ser un tipo de celebración más elegante de la que se conocía hasta ese momento de la historia. En ese entonces, el presidente Guzmán Blanco tuvo las intenciones de acabar con el tipo de celebración que en algunos casos se tornaba un poco agresiva por el uso de agua y otras sustancias, por lo tanto a partir de este momento la celebración del carnaval en Venezuela pasaba a ser una festividad donde uno de los elementos más importantes serían las comparsas y los disfraces, en lugar de los juegos agresivos con agua y otras sustancias como era en sus inicios, es decir que para este punto de la historia la festividad en el país adquirió un significado y una manera de llevarla a cabo distinta a la anteriormente conocida, el agua fue suplantada por juegos con confeti siendo una manera más sutil y refinada. Y así se mantuvo hasta el siglo XX, Venezuela se llenó de carrozas, disfraces, bailes populares en salones refinados, durante este asueto.
A mediados de los años cincuenta y hasta finales de los sesenta, apareció un nuevo elemento: las famosas «negritas», quienes escondían la identidad en el disfraz para disfrutar sin complejos de la festividad.
Es importante tener en cuenta que hubo un tiempo, como parte de la historia del carnaval en Venezuela, donde la celebración tenía una relevancia aún mayor por toda la solemnidad que se encontraba presente en la elaboración de complejas carrozas, las cuales eran paseadas por las calles de las ciudades y las comunidades eran atraídas a este tipo de desfiles, estos desfiles iban acompañados de diversas manifestaciones musicales, era común que orquestas completas interpretarán canciones en vivo durante los desfiles, como parte del espectáculo los integrantes de las carrozas se disponían a lanzar caramelos al público que se encontrará en la calles.
En Venezuela los carnavales conllevan una diversidad de manifestaciones culturales las cuales tienen que ver con la celebración por medio de bailes, el uso de disfraces o máscaras y la conformación de comparsas que recorren las calles de las distintas regiones del país; es decir, muchas de las tradiciones que se llevan a cabo, algunas de manera más específicas, depende de la región o ciudad, ya que las fiestas de carnaval en Venezuela suelen ser muy variadas.
Una de las festividades relacionadas al carnaval en Venezuela que recibe el nombre de las fiestas de la carne, corresponde a
Puerto Cabello , siendo una de las tradiciones más importantes que se ha llevado a cabo desde 1871.
Otra de las manifestaciones del carnaval en Venezuela, es el caso de
Barquisimeto dónde se lleva a cabo una celebración que ha tomado una connotación internacional debido a la evolución que ha presentado cada año, desde el año 2000, donde lo que más destaca son los diversos desfiles, las vistosas carrozas y la participación de comparsas. Para la celebración de esta festividad cada año se suman carrozas de diferentes parroquias y se estima entre 100 y 120 carrozas, por lo general se trata de más de 80 comparsas, en las que participan jóvenes, niños y adultos, que desfilan al ritmo de la música de las diferentes bandas juveniles que los acompañan.
En Carúpano, Estado Sucre, se ha hecho punto turístico en la época de Carnaval porque ha internacionalizado estas fiestas destacadas su vistosidad. El carnaval de Carúpano recibe cada año a miles de visitantes, quienes atraídos por las alegres fiestas y comparsas inspiran a los residentes para que mantengan la tradición.
Los carnavales de Maturín, capital del Estado Monagas, en el oriente del país, tiene el atractivo de su privilegiada ubicación geográfica. Cada año Maturín y su gente celebra de manera entusiasta las festividades del Rey Momo, con la participación de sus comunidades, instituciones educativas e industrias privadas. Durante décadas la avenida Bolívar, congrega a más de 200 mil personas y cada año se suman más. A lo largo de la avenida se ubican los espectadores, quienes la noche anterior al desfile llevan sus asientos para asegurarse un puesto y apreciar el recorrido de las carrozas, comparsas, disfraces individuales de niños y adultos, provenientes de escuelas, comunidades, empresas públicas y privadas, así como las respectivas candidatas que esperan coronarse como la reina del Carnaval.
Son muchas las transformaciones que ha sufrido esta tradición; sin embargo, en el Oriente del país ha prevalecido el gusto por las rumbas con influencia africana, europea, caribeña y carioca. También es común la música afroamericana en ritmos de salsas, merengues, los calipsos y la samba. Asimismo, se aprecian disfraces brasileños que se confunden con las fantasías de temáticas modernas, en donde por supuesto no faltan las tradicionales diversiones orientales como el Pájaro Guarandol, el Carite, la Burriquita y el Chiriguare.
La ciudad de los caballeros, como se conoce a Mérida, celebra durante los días del Carnaval su internacionalmente famosa "Feria del Sol" que tuvo su origen en la fiesta que se celebraba en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción, la cual se realizaba en el mes de diciembre, pero debido a las lluvias decembrinas ésta fue cambiada para los meses de febrero y marzo, y en el año 1969 comenzó a festejarse con los carnavales de la localidad. Es conocida también como el Carnaval Taurino de América.
El más tradicional y famoso carnaval de Venezuela es el de El Callao, donde las comparsas llegan a formarse con 300 y más personas. Los preparativos comienzan desde enero. Cada comparsa tiene su propio conjunto musical, igual que en Brasil, y todos se identifican con una vestimenta especial para presentarse el día martes que es la fecha especial para salir a bailar calipso a las calles.
La fiebre del oro al sur de Venezuela atrajo a la población de El Callao una gran cantidad de inmigrantes, en especial de las antillas británicas y francesas, trayendo consigo el calipso, género musical que en el país tomó sus propios rasgos y se convirtió en el centro de la celebración del Carnaval en el Estado Bolívar.
La explotación minera en el sureño estado Bolívar generó una mezcla de culturas producto de la inmigración, que enriqueció las tradiciones culturales de la región, especialmente el aporte afroantillano, que trajo a la población el calipso y la fiesta del Carnaval.
En estos carnavales son famosas las madamas, vestidas a la usanza antigua, y los diablos, que exhiben impresionantes máscaras, y tridones, con los cuales van abriendo paso a las comparsas.
También son populares las celebraciones en el Zulia, los “mamarrachos” y “los viejitos” realizan el tradicional desfile de disfraces. En Trujillo, la muñeca de La Calenda realiza un baile donde aparecen diversos y curiosos personajes.
Independientemente donde te encuentres podrás disfrutas y acompañar la alegría del venezolano, la música y el baile serán el centro de estas fiestas.
La importancia que tiene el carnaval en Venezuela radica principalmente en tratarse de una tradición que ha formado parte de la historia de este país, ya que se han constituido como tradiciones que las distintas comunidades de las diversas regiones del país ha logrado permanecer a través de los años y por distintas generaciones convirtiendo al carnaval en una festividad donde abundan las diversas manifestaciones culturales que de cierto modo conforman la identidad del país, y sigue evolucionando conforme pasan los años como parte importante de la cultura venezolana.
Se puede considerar al carnaval como otros de los encuentros importantes que tiene el venezolano con su propia cultura y la influencia de las manifestaciones de otras culturas que han recibido. De tal manera que la celebración del carnaval propone ser la oportunidad perfecta para seguir manteniendo todas las tradiciones que han sido parte de la historia del venezolano y que además se constituye como una actividad recreacional que incluye a personas de todas las edades, de todas las clases sociales y de todas las regiones del país.
¡Viva el Carnaval!.